En la cooperativa Santiago Apóstol el 100% del acolchado que se usa es de Mater-Bi.
Cuando en la zona se utilizaba plástico convencional el viento lo rompía y después de algunos años el suelo se fue llenando de trozos de plástico. Así, cuando en la cooperativa empezaron a poner cultivos de regadío buscaron soluciones para ser más respetuosos con el medioambiente, y en el año 1999 probaron el primer acolchado biodegradable traído directamente desde Italia.
Hoy la cooperativa utiliza acolchado biodegradable en 380 ha de cultivos de tomate, calabaza, calabacín y berenjena.